Este fué el resultado:
Ensalada de pera y betabel.
- Lechuga.
- Un betabel.
- Una pera.
- Tomate.
Primero blanquee el betabel en agua hirviendo por un par de minutos. Luego lo corte en cubos grandes, al igual que el tomate y la pera. La lechuga la trocé en pedazos medianos después de lavarla. Mezclé todo en un tazón, e hice una vinagreta con aceite de oliva extra virgen y vinagre balsámico. El resultado fué excepcional. La frescura del tomate y la lechuga fueron un complemento genial para el sabor terroso del betabel, y la dulzura de la pera hizo un buen contraste con la acidez de la vinagreta.
El segundo plato que me serví lo espolvoree con parmesano rallado, pero el sabor se perdía entre la ensalada y no sirvió de nada.
Pruébenla. Se me antoja agregarle cebolla morada la próxima vez.
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